Objetivos del muestreo

  1. Obtener (buenas) estimaciones (valores aproximados) de parámetros característicos de una población (p.ej, medias, proporciones o totales).

  2. Poner a prueba la validez de hipótesis científicas.

   

Características deseables en un método de muestreo:

Cualquiera que sea el objetivo, el muestreo debe:

   

Población y muestra

Si, por ejemplo, la variable de interés es la proporción de cuarzo en la composición de la arena de las playas españolas, la población es el conjunto de posibles valores que puede tomar dicha proporción en esas playas. Si para medir dicha proporción es necesario disponer de una cantidad mínima de 10 cc de arena, los elementos de muestreo serían todas las porciones de 10 cc. de arena que se podrían extraer de las playas españolas; cada playa particular podría considerarse una unidad de muestreo (que a su vez puede estar inscrita en una unidad de muestreo mayor que puede ser la provincia o comunidad autónoma en la que se encuentra la playa).

 

Ejemplo: Se desea estimar el número de árboles que padecen cierta enfermedad en un bosque. Si el bosque es grande resulta poco práctico (o directamente imposible) evaluar el estado particular de cada árbol. En este caso, la población estaría constituida por el conjunto de valores \(\{0,1\}\) (sano/enfermo) medidos sobre cada uno de los árboles del bosque; cada árbol constituye un elemento muestral; si en el bosque es posible distinguir zonas, cada una de ellas sería una unidad de muestreo; el marco de muestreo sería en este caso el conjunto de todas las zonas que componen el bosque. Para tomar una muestra de árboles que nos permita estimar la proporción de árboles enfermos en el bosque podemos seguir varios procedimientos:

  1. Seleccionar al azar un conjunto de árboles del bosque.

  2. Trazar una ruta que recorra el bosque de manera sistemática, seleccionando de manera equiespaciada árboles a lo largo de dicha ruta, tal como se muestra en la figura siguiente:

  3. Dividir el bosque en un número determinado de zonas (por ejemplo de media hectárea de extensión), y escoger al azar un número determinado de árboles en cada zona. En todas las zonas no ha de escogerse necesariamente el mismo número de árboles.